viernes, 24 de julio de 2009

¡Qué tiempos aquellos! Primera parte

Acá están algunas cositas que junté hoy, tienen sus años pero las sigo conservando.

Los muñequitos sugus, que venían junto con los caramelos masticables, me hartaba de comprar esos caramelos! Y hasta hoy en día los como, pero muy de vez en cuando porque son tan duros (creo que tengo un concepto distinto de "masticable", no sé...), que me hacen doler los dientes y como estoy en tratamiento odontológico, no quiero arruinar lo que me vengo bancando hace meses. No sólo tengo esos tres muñecos, también otros más.

Las figuritas de pokemón, quién no ha jugado con ellas? Yala, yala, nola, nola, nola. Me cambiás esa? Sí, pero por tres, porque es muy difícil de conseguir. Te la cambio por dos y una moneda de $0,10. Mmm... Dale. (en aquella época, el paquete de figus salía $0,25). No sólo eran de pokemón, sino que venían de cualquier cosa. Y era encontrarse con quien juntara del mismo tipo y jugar tirándolas contra la pared. Además estaban los tazos, y valían como las figus. También tengo muñequitos de pokemón y hasta tenía mi pokebola! Bueno...

El famoso cubo rubik: Cuántos de nosotros no se ha pasado "sus minutos" intentando armar el cubito de porquería? Si no lo podés armar, lo terminás odiando... Ese de la foto me lo regalaron cuando iba a primer grado (primaria), y sólo he podido armar una cara, más es imposible para mí. Quien lo haya armado completo tiene mi admiración, ya que se requiere de mucha paciencia e ingenio, que hasta el momento yo no he demostrado por medio del cubo.

Los tickets de los patios de juegos: A veces considero que era adictivo ir a esos lugares en los que te metías y tenías mil juegos para entretenerte (mil es una forma de decir, cuando uno es chico ve todo más grande e importante). Te asomabas a la vidriera a fijarte cuántos tickets te faltaban para llevarte esa pulserita que tanto te gustaba o ese auto con luces y sonidos. Jugabas hasta que consiguieras el número de tickets que necesitabas para obtener lo que querías. Y ahí estaban presentes nuestros padres, tíos, hermanos y hasta abuelos que en ocasiones aprovechaban la situación para volverse tan chicos como lo éramos nosotros. Y me río porque ahora estoy del otro lado, cada vez que llevo a mis nenes a esos juegos, recuerdo esa época, cuando salieron los juegos electrónicos y estaba de moda ir al pelotero.

Las canicas o bolitas: Generalmente, y me atrevo a decir que la mayoría eran varones los que las juntaban. Era intercambiarlas y fijarse en qué estado estaban, si convenía o no el trueque. Dibujar el círculo con un trozo de rama, o una piedra (porque las calles eran de tierra), allí a meter las canicas y a probar suerte. Tengo mi colección de bolitas intacta... Hace unos meses le compré a mi nene 100 canicas y qué las hizo? No sé. Las tiene por ahí tiradas, con todos sus juguetes y no les lleva el apunte. Qué bárbaro...

Las fibras Fabercito: ¡Ay, cómo adoraba esas fibras! Horas y horas pintando con ellas. Me compraban libritos para colorear y yo sentadita en la mesa, tranquila, muy compenetrada en el trámite de la pintura. El año pasado me compré un paquete de esas fibras, las ví y me emocioné. Actualmente las tengo en su envoltura y están en perfecto estado.
Eso si, no se las presto a nadie porque si me las arruinan, puedo tener un ataque de nervios. Já. Sí, admito que puedo volverme obsesiva con las cosas. Pero no me teman, soy buenita.

El juego de tazas: En el cual se incluían, los platitos de las tazas, estas últimas, la bandejita, la tetera, y la azucarera. Si se caían al piso, olvidáte, chau juego.


Se suman esos animalitos que se ven en la foto, no recuerdo de qué colección eran pero tengo muchos.


El yo-yo: Al principio venían los yo-yo comunes. Ya después se incorporó el que tenía luces y era toda una novedad! Competencia, quién lo hacía mejor. Apuestas? Dinero, centavos... Todo un reto.

El trompo: No era muy común ver a niñas jugando a esto, pero las había. Yo un par de veces jugué...

El balero: Una y otra vez intentando envocarle... Si no podías era un embole total (para mí).

El tiki taka o taka taka: A esto sí que me cansaba de jugar! Si me habré golpeado con esas pelotas... Pero un día lo conseguí, pude concretar el objetivo del juego. En enero de este año, le mostré a mi nene cómo lo hacía y me miraba con admiración, pero se ponía mal porque no le salía. El entusiasmo le duró una semana (como mucho), ya ni se acuerda.

Las Barbies: Las muñecas favoritas, ellas tan perfectas... y tan irreales. Barbie ejecutiva, en la playa, cocinera, niñera, veterinaria y vaya a saber cuántos oficios o profesiones más ejercía. El punto era que ella simpre estaba preciosa. La mina no tenía una miserable arruga ni un rollito. Claro, la mujer perfecta lejos! Un pequeño detalle... No existe nadie como ella y hay mujeres mejores.

Los juegos de mesa: Ideales para los días de lluvia, o en aquellos que no se podía salir afuera. Dados, fichitas, tablero. Lo que recuerdo patente es que nunca tuve el juego de la oca. Ahora ya de grande me compré uno. Y de chica con los juegos que tenía jugaba sola. Yo era los dos participantes...

martes, 21 de julio de 2009

Modelos


Antes de empezar, quiero destacar que no soy lesbiana. Por si puedo generar alguna duda en alguien. Yo lo tengo más que claro. Bien, partiendo de ahí, comienzo:Hoy por ser la primera entrada voy a poner una buena foto. Sí, porque para mí es "envidiable" ese cuerpo, como otros tantos... A quién no le llama la atención? Y acá viene mi "queja"... Por qué tienen que ser todas modelos altas? Y sí, como se imaginarán, quien critica llega a 1.60.Admito que las mujeres altas pueden llegar a ser más atractivas (según el gusto de cada uno claro), pero eso no quita que no haya mujeres bajas y atractivas, porque LAS HAY.
Qué ganas de cambiar el mundo! (o de cuerpo?).
La moda seguirá siendo la moda y por ende, las modelos seguirán siendo ese prototipo de mujer ideal y perfecta: delgada y alta con curvas pronunciadas. Aunque para algunos diseñadores esto último no les sea de interés, está ese "mito" (en realidad no sé cómo llamarlo, tampoco sé si es verdad): lo único que debe lucirse es la ropa. Vamos, que hay de todo, como las modelos que no tienen casi busto y etc. Pero muy importante a tener en cuenta... SER ALTA.

Para rescatar: Nosotras (chichones de suelo) también podemos tocar el cielo con las manos y ser exitosas, tanto y más como aquellas, quizá no de la misma manera, tal vez mejor, más difícil o más fácil, en menos o más tiempo, quién sabe. En fin, todo llega... Y qué bueno que somos todos distintos! Sino qué aburrido che! En todo sentido, ya que no somos sólo un cuerpo bonito o feo, es nuestra esencia lo que más vale.

Aclaración: No tengo nada en contra de las modelos, tengo primas que lo son y mi sueño desde pequeña era desfilar por pasarelas. Me gusta admirar el cuerpo de otras mujeres y compararlo con el mío. Depende de cómo esté mi ánimo y como vaya mi día, puedo ponerme triste o alegre al hacer la comparación. Mi sueño no se me cumplirá, aunque me dí el gusto de presentarme a un casting y desfilar. Sí. Pero admito que el envase que me tocó, no es uno de los más deseados... Es lo que hay.